El tratamiento y suministro de agua por parte de Liberty es un proceso intrincado y complejo. Nuestros equipos de científicos profesionales y operarios de planta supervisan el recorrido del agua desde su origen en la fuente, pasando por nuestras plantas de tratamiento avanzadas, a través de las tuberías subterráneas, hasta su destino final. Hacemos un minucioso monitoreo de su movimiento y calidad y la sometemos a pruebas con frecuencia.

Todos los años realizamos miles de pruebas y mediciones utilizando la tecnología y los equipos más avanzados disponibles. Nuestros científicos analizan muestras de agua para protegerlas de microbios, sustancias químicas peligrosas, metales, minerales y otros posibles contaminantes.

Desde el momento en que el agua subterránea ingresa en nuestras plantas de tratamiento, hasta que pasa por su grifo, atraviesa varias etapas básicas de tratamiento:

• Desinfección: la desinfección con cloro y/o rayos ultravioleta se utiliza para eliminar las bacterias u otros microorganismos presentes en el agua.
• Ajuste del pH: la cal y la soda cáustica se utilizan para ajustar el pH.
• Control de la corrosión: los fosfatos y/o silicatos se utilizan para minimizar el control de la corrosión.
• Almacenamiento: el agua se coloca en un tanque o depósito cerrado para permitir su desinfección. Después, el agua fluye por las tuberías hasta las casas y los negocios de la comunidad.

Entendemos el valor de disponer de agua limpia y de alta calidad en el grifo las 24 horas del día, y nos comprometemos a suministrarla de forma confiable.